¿Por qué cada vez hay más gente con miopía?
Muchos podrán pensar que se trata de una moda el lucir unas gafas a pesar de no tener miopía o cualquier otro problema de visión y es que en la actualidad, las gafas son consideradas incluso como un complemento. Pero lo realmente alarmante es el incremento de la población con miopía que crece año tras año, siendo su crecimiento más pronunciado en los últimos años.
Revistas científicas y diversas instituciones han publicado estudios y notas de prensa en las que nos muestran con números, el alarmante crecimiento de población con problemas de miopía. Algunos ejemplos son la revista Nature que muestra como la miopía afectaba a un 20% de la población china y hoy en día afecta a cerca del 90% de la población adulta. Tampoco debemos ignorar los datos facilitados por el Instituto Nacional de Salud de Bethesda, en Maryland (USA) que revelan como la miopía ha pasado de afectar a un 25% de la población a más del 40%.
Las cifras son sobrecogedoras y se prevé que un tercio de la población sea miope a finales de esta década.
¿Por qué ha crecido la miopía entre las nuevas generaciones?
La miopía se produce cuando el globo ocular se desarrolla más de lo normal impidiendo que se forme una imagen nítida en la retina y en su lugar se forma una imagen borrosa. La principal explicación de los expertos a la miopía era que se padecía de forma genética, pero estudios recientes han demostrado que la luz ambiental es un factor a tener en cuenta.
La luz que recibimos durante nuestro crecimiento es determinante, ya que en los niños que crecen en condiciones de iluminación pobre, disminuye la producción de dopamina teniendo como consecuencia una debilidad escleral (fortaleza del esqueleto del ojo reducida) provocando que el ojo se desarrolle más de lo normal y termine siendo miope.
En la actualidad, los niños se divierten con aparatos tecnológicos que no requieren de luz natural e incluso pasan mayor cantidad de horas estudiando, esto son dos fuentes de riesgo para padecer miopía a largo plazo. La solución está en pasar más tiempo al aire libre, expuesto a una luz natural al menos tres horas al día (en personas en edad de crecimiento). No es necesario que la luz incida directamente en nuestros ojos, una sombra en un espacio abierto como un parque es suficiente.
Aquí un motivo más para pasar tiempo al aire libre, una costumbre cada vez más en desuso y que en cambio es más que saludable.