Eliminar la cera de los oídos es malo o bueno
La cera de la oreja también conocida como cerumen, es una de las sustancias corporales que goza de cierta impopularidad y por ello se destinan medios para eliminarla ya sea de forma natural o con algún tipo de producto farmacéutico. Pero la cuestión que nos asalta es si la cera de los oídos es cera de verdad y si debemos eliminarla.
La cera se produce en el oído medio y se desplaza poco a poco hacia el oído externo, donde se hace visible. Su composición es una mezcla de diferentes sustancias entre las que encontramos: queratina (en cantidades del 60%), ácidos grasos, células muertas y sustancias antibacterianas.
¿Eliminar la cera de los oídos es malo o bueno?
Esta es otra de las grandes cuestiones en la que los profesionales sanitarios no se ponen de acuerdo. Son muchos los especialistas que afirman que el cerumen es una sustancia natural de protección del oído e incluso contiene una sustancia conocida como lisozima que tiene funciones antibacterianas. Por otro lado están los especialistas que sostienen que un exceso de cerumen deja de cumplir su función protectora para convertirse en el caldo perfecto para el desarrollo de bacterias y posteriores infecciones.
Lo que nos dice el sentido común es que cantidades bajas y no perceptibles a simple vista de cera en los oídos no tienen por qué ser perjudiciales y además no suponen ningún problema estético, mientras que un exceso de cerumen puede taponar nuestro conducto auditivo.
A modo de curiosidad, el cerumen ha sido uno de los elementos fundamentales que ha ayudado a los investigadores a descubrir movimientos de diferentes poblaciones a lo largo de la historia. Esto se debe a que la cera de los oídos en zonas de América y Asia es de tacto escamoso y tonos grises, mientras que el cerumen de zonas de Europa y África tiende a ser húmedo y más pegajoso.